Retiro de enjambre de Pío XII con La Habana contribuirá a la sobrevivencia de la humanidad

Y no es broma ni exageración; las nobles abejas están consideradas como los animales más importantes del sistema natural, gracias a su incesante trabajo de polinización que a la larga permite la reproducción de los vegetales y, por ende, la existencia de los demás seres vivos del planeta.

Un exitoso operativo de rescate de un enjambre de abejas, que se habían adueñado de un añoso árbol espejino en la esquina de las calles La Habana con Pío XII, se realizó este miércoles 22 de septiembre, gracias al trabajo de los equipos del Departamento de Gestión Ambiental, asesorados por un experto apicultor urbano.

“Hemos hecho un retiro para la Municipalidad de Lo Espejo, que consistió en rescatar un enjambre silvestre que se posesionó en uno de los árboles de la comuna. La operación se hizo sin problemas, y se utilizó un sistema por aspiración, que tiene una acción muy eficiente, muy regulada, porque se utiliza una fuerza de succión muy moderada que permite que las abejas entren a la caja donde las recibimos, sin golpearlas ni estresarlas y capturarlas a todas vivas y activas, como lo han podido comprobar los funcionarios que nos acompañaron. De aquí se van directo a nuestro apiario”, explica Carlos Moena Romero, apicultor urbano que realizó la delicada  acción, con toda la indumentaria de protección requerida para estas operaciones con abejas.

“Es la forma correcta de retirar un enjambre –explica el experto–. Hay que tratarlas muy bien y con mucho cuidado, porque las abejas están disminuyendo en todo el mundo. Es importante su protección por parte de las personas, porque ellas son indispensables para conservar la vida natural. Por eso me parece muy importante y valioso que el municipio de Lo Espejo se haya preocupado de remover en forma adecuada el panal que logramos trasladar”.

La razón fundamental de esta operación reside es que un panal de estos beneficiosos insectos, que siempre han sido el símbolo de las especies más trabajadoras de la naturaleza, no debe permanecer en un sitio urbano, como el árbol que las cobijaba en calle La Habana, pues si su “casa” es manipulada en forma equivocada o maliciosa, las abejas obreras defenderán su morada y atacarán al eventual enemigo. Las picaduras de este insecto pueden ser peligrosas para niñas y niños pequeños y también para personas alérgicas de cualquier edad. Por ello, lo recomendable es que lo panales estén en espacios suburbanos y bajo la supervisión de conocedores del tema.

Las abejas son muy sociables y establecen sus colonias en forma de enjambres organizados según una estricta jerarquía de tres rangos sociales: la abeja reina, los zánganos y las abejas obreras.

Habitan todos los continentes de la Tierra, excepto la Antártica, y son los insectos más antiguos que se conocen. Viven en nuestro planeta desde hace 30 millones de años, y los estudiosos de la ecología y la mayoría de los científicos sostienen la firme convicción que la abeja es el animal más importante del mundo.

Ellas no solo producen miel, son mucho más que eso. Cumplen una función primordial para el equilibrio de los ecosistemas: la polinización, que da vida a cerca del 70% de todas las plantas, de las cuales, la tercera parte sirven de alimento al humano. El intercambio del polen entre las flores con el fin de lograr la reproducción de las plantas es el proceso fundamental para la supervivencia del planeta Tierra.

“Sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”, ha establecido la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO). El gran sabio del siglo XX, Albert Einstein, llegó a la conclusión que la desaparición de las abejas provocaría una crisis alimentaria. “Al hombre solo le quedarían cuatro años de vida sin abejas; sin ellas no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”, sentenció a mediados del siglo pasado.

Más cerca en el tiempo, el Instituto Earthwatch, organización sin fines de lucro de conservación internacional, determinó que las abejas son la especie más importante del planeta. La declaración se realizó en una reunión de la Royal Geographical Society de Londres.

Los mismos estudiosos reconocen que hay solo una especie que podría competir con las abejas en su primordial papel para la sobrevivencia de la humanidad: las lombrices.

Pero ellas serían tema de otra nota.

Apicultor urbano Carlos Moena:

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